PREVENCIÓN,
CORRECCIÓN-COMPENSACIÓN E INTEGRACIÓN: ACTUALIDAD Y PERSPECTIVA DE LA ATENCIÓN
DE LOS NIÑOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES EN CUBA
AUTOR:
Lic. Rafael Bell Rodríguez
Director
Nacional de Educación Especial
Ministerio
de Educación Cuba
INTRODUCCIÓN
El
creciente reconocimiento social del papel de la escuela como el más importante
agente educativo al que la sociedad le encarga directamente la noble y difícil
misión de la formación de las nuevas generaciones, constituye uno de los rasgos
característicos del desarrollo de la época actual.
Entre
otros factores el crecimiento del reconocimiento social del papel de la escuela
se relaciona con los requerimientos de la época en que vivimos, matizada por
los resultados de la revolución científico técnica, cuyo impacto en la práctica
social es tan grande y en ocasiones tan rápido, que crea la necesidad de formar
a las nuevas generaciones con una concepción que asegure una mayor vigencia de
los conocimientos y de sus posibilidades de aplicación en nuevas condiciones.
Unido
a ello se ha producido un crecimiento de la conciencia social en torno a las
personas con algún tipo de desviación o dificultad en su desarrollo y la
necesidad de lograr mejores niveles de educación y atención general.
Varias
han sido las acciones nacionales e internacionales que han favorecido el citado
crecimiento de la conciencia social en torno al área que nos ocupa,
destacándose entre ellas las siguientes:
Decenio de las Naciones Unidas para las
personas con discapacidad (1983-1992).
Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del niño (1989).
Cumbre Mundial en favor de la Infancia
(1990).
Conferencia Mundial Educación para todos
(1990).
La Resolución de las Naciones Unidas (47/3 de
Octubre de 1992) proclamando el día 3 de Diciembre de cada año como Día
Internacional de las personas discapacitadas.
La proclamación por la Asamblea General de
las Naciones Unidas, de 1994 como Año Internacional de la Familia.
Sin
embargo, estas dos tendencias relacionadas con el crecimiento social del papel
de la escuela y con un mayor nivel de conciencia social acerca de las personas
con algún tipo de desviación o dificultad, se producen en un contexto
socioeconómico desfavorable, donde el empeoramiento de la situación económica
limita, hasta llegar a imposibilitar en algunos casos, la adopción de medidas
que permitan instrumentar lo que en la proyección social encuentra hoy un
amplio respaldo.
El
impacto de esta crítica situación económica se arrecia en aquellos que tienen
peores condiciones para soportarla. Un segmento particularmente dramático
dentro de ese grupo lo ocupan las personas con alguna dificultad o desviación
en su desarrollo y que según estimados de la UNESCO conforman el 10% de la
población mundial. De ellos hay unos 150 millones de niños, menores de 15 años,
dentro de los que se incluyen 16 millones en América Latina, de los cuales
menos del 2% recibe algún tipo de educación o preparación.
En
franco contraste con esta situación, los resultados alcanzados por Cuba en
materia educacional y particularmente en la referida a la educación de los
niños con desviaciones o dificultades en su desarrollo, a pesar del
empeoramiento de las difíciles condiciones económicas en las que tan humana
labor se desarrolla, pueden constituir un motivo de esperanza y aliento en el
noble propósito de brindar a nuestros niños, cada día, una mejor atención.
EDUCACION
ESPECIAL NIÑOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES: APROXIMACION AL CONCEPTO
A
lo largo de más de 34 años nuestro país ha trabajado de manera sostenida en la
organización y desarrollo de diversos servicios y modalidades de la Educación
Especial, como parte integrante del Sistema Nacional de Educación con acceso y
gratuidad para todos por igual.
Hoy
Cuba dispone de alrededor de 500 escuelas especiales, con una matrícula que
asciende a más de 56 000 alumnos en esa modalidad, a la que están vinculados
cerca de 15 000 maestros y profesores.
Sin
embargo, ello no agota la proyección y dimensión que de la Educación Especial
tenemos, y que concebimos como todo un sistema de recursos, ayudas especiales,
servicios de orientación y capacitación puestos a disposición de los alumnos
que presentan necesidades educativas especiales. Dentro de este sistema de
recursos las escuelas especiales constituyen una modalidad, válida para
aquellos niños cuyas necesidades educativas especiales los hagan tributarios de
una atención más especializada.
Esta
nueva postura de la educación especial, que ya se aprecia como cierta tendencia
internacional, se fundamenta en el reconocimiento de que todos los niños, en
sus esfuerzos por alcanzar los objetivos que el sistema educativo presupone, van
a necesitar una ayuda intencional de los adultos.
Una
mejor comprensión de esta aseveración se logra a la luz de los expresado en su
tiempo por L.S. Vigotsky: "El niño,
por su propia naturaleza, siempre resulta ser deficiente en la sociedad de los adultos...".
La
infancia es principalmente, el período de la deficiencia y de la compensación,
es decir de la conquista de una posición con respecto al todo social.
En
el dominio amplio de la educación corresponde entonces, asumir, en nuestra
expresión actualizada, la deficiencia como sinónimo de necesidad educativa y la
compensación como la interiorización por el niño de la ayuda que el maestro le
brinda.
Así,
la mayoría de los niños encuentran la satisfacción de sus necesidades
educativas en la ayuda implícita en todo el sistema de acciones habituales que
los maestros y profesores realizan cotidianamente.
Sin
embargo, hay una serie de alumnos a los que por diversas causas no les resulta
suficiente la ayuda que los maestros y profesores habitualmente le brindan, es
decir que requieren ayudas educativas especiales con el propósito de alcanzar
los objetivos que el sistema educativo plantea. Aquí estamos, por tanto, en
presencia de alumnos con necesidades educativas especiales.
Cuando
asumimos el planteamiento de la problemática de nuestros alumnos desde la
perspectiva de las necesidades educativas especiales, comprendemos las enormes
posibilidades que para el trabajo pedagógico encierra esta postura, de un
profundo basamento filosófico, y lo que ella implica para la preparación y
sistemática actualización de los maestros. Basta recordar el carácter creciente
de las necesidades, dado porque la satisfacción de unas condiciona el
surgimiento de otras nuevas, lo que ha de conducir a utilizar y crear en cada
momento el recurso pedagógico que, materializado en ayuda, nos permita atender
las necesidades educativas que a cada instante, debemos propiciar se generen en
nuestro educandos e impedir a tiempo que, un error en el manejo pedagógico de
esta situación, propicie el agravamiento delas mismas y genere una necesidad
educativa especial.
Sin
temor a equivocarnos podemos señalar que el creador del paradigma psicológico
que sirve de sustento a nuestro trabajo fue en esta cuestión conceptual,
también un precursor- "Es posible
que no esté lejos el tiempo, - sentenció L.S. Vigotsky- en que la pedagogía se averguence del propio
concepto de "niño con defecto", como una indicación de cierto
defecto, no eliminable de su naturaleza. En nuestras manos está tratar de que el sordo, el ciego y el deficiente
mental no sean personas con defecto".
Esta
única reflexión bastaría para comprender la prioridad e importancia de la
atención de los niños con necesidades educativas especiales y la enorme
transcendencia que los factores sociales y muy particularmente la educación
tienen para el desarrollo de esos alumnos.
Lógicamente
el planteamiento de la problemática desde el punto de vista de las necesidades
educativas especiales tiene que ser valorado con la necesaria flexibilidad y
relatividad que un concepto de esta naturaleza demanda. Justo en consignar que
ello no niega ni sustituye en ningún caso el imprescindible estudio de las
particularidades de estos alumnos, y de las condiciones del entorno escolar en
el que se educan. Incluso el propio manejo de las necesidades educativas
especiales requiere un enfoque diferenciado ya que las mismas dificultades
pueden en un contexto dado conformarse como necesidades educativas especiales y
en otro, no.
Si
no asumimos una actitud verdaderamente congruente con esta postura, que nos
permita en realidad organizar la interacción con el niño y brindarle la ayuda
que en cada caso requiere, a partir de la precisión del tipo y carácter de
necesidades educativas que tenemos que solucionar, estaríamos en presencia de
un cambio terminológico y no conceptual, como el momento lo exige.
LA
ATENCION DE LOS NIÑOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES: UNA PROYECCION
DESDE LA PERSPECTIVA DE LA ESCUELA HISTORICO CULTURAL DE L. S. VIGOTSKY.
Las
concepciones que sirven de sustento en Cuba al trabajo con los niños con
necesidades educativas especiales tienen un profundo carácter humanista y
optimista y son el resultado de la contextualización y aplicación con
creatividad de los mejores frutos de la pedagogía, la psicología, la
pedagogía-especial, las neurociencias, etc. destacándose entre ellos los hoy
renombrados aportes psicológicos de la escuela histórico-cultural de L. S.
Vigotsky y sus seguidores.
No
es propósito, ni ello pudiera ser posible, en el marco de esta conferencia,
pretender abordar la enorme transcendencia de los aportes de L.S. Vigotsky para
el área de la pedagogía de la atención de los niños con necesidades educativas
especiales; no obstante existen algunos presupuestos teóricos y metodológicos
generales acerca de los cuales quisiéramos reflexionar.
En
nuestra concepción, a partir de las ideas de Vigotsky y sus seguidores,
disponemos de una sólida argumentación pedagógica y psicológica, cuyo sustento
se encuentra en la comprensión del carácter interactivo del desarrollo humano y
muy especialmente del llamado determinismo social del desarrollo psíquico,
desde cuya perspectiva se reconoce la extraordinaria importancia de la acción
intencional y debidamente organizada de la enseñanza como fuente que "conduce el desarrollo". (L.S.
Vigotsky).
Este
postulado tiene para nosotros una enorme significación. Hoy enfrentamos el reto
de lograr elevar la actividad de estudio al rango de actividad rectora para
nuestros educandos, interactuando intencional y motivadamente con ellos,
estructurando currículos que sean verdaderas guías de acción educativa,
dependientes de objetivos derivados del histórico principio pedagógico del
vínculo de la enseñanza con la vida.
Sólo
una enseñanza desarrolladora, intencional y debidamente organizada, que
propicie el establecimiento de la actividad de estudio como actividad rectora
para los niños con necesidades educativas especiales, será capaz de convertirse
en la fuente real que guíe y produzca su desarrollo y que permita corregir y/o
compensar las necesidades que un desarrollo biopsicológico alterado genera.
La
expresión martiana resume, con la belleza literaria que le es propia y desde su
preclaro horizonte pedagógico, el sentido de nuestros juicios: "Esos niños nacen muertos y la
enseñanza los revela a la vida, y fructifica en ellos la obra de la paciencia y
la bondad".
Una
proyección de gran alcance para el área del psicodiagnóstico, el diseño de
estrategias de intervención eficientes y la optimización de la atención de los
niños con necesidades educativas especiales se deriva de la profundización y
perfeccionamiento de la implementación de los postulados vigotskianos acerca de
la estructura del defecto.
La
experiencia acumulada en nuestro país a lo largo de estos años nos permite
avalar la transcendencia metodológica de esta concepción y su vigencia a la luz
de los enfoques más actuales.
Es
conocido el enfoque vigotskiano que diferencia, en la estructura del defecto,
"el núcleo" o defecto primario y las complicaciones
secundarias", de un tercer orden, etc."
El
propio Vigotsky apuntaba: "La
relación del síntoma con la causa productora es inconmensurablemente compleja.
Si antes suponíamos que algún defecto, por ejemplo, la sordera o el retraso
mental, conducía directamente a la manifestación de todo el cuadro que
conocemos y que caracteriza el desarrollo de un niño dado, ahora sabemos que
los diferentes síntomas se encuentran en una relación diferente y
extraordinariamente compleja con la causa fundamental".
Y
aún a pesar de esta complejidad de la estructura Vigotsky insistía: "Esto tiene una enorme importancia
pedagógica y está estrechamente relacionado con la tarea práctica que tiene
ante si la escuela: conocer cuál de las particularidades es la primaria y cuál,
la secundaria". Es incuestionable que el alcance de este postulado nos
proporciona una certera guía para nuestra acción futura.
Desde
la proyección actual vemos una importante congruencia entre lo que hemos venido
trabajando desde el paradigma histórico cultural como defectos secundarios,
terciarios, etc. y las denominadas necesidades educativas especiales.
En
este contexto creemos correcto considerar que la base de las necesidades
educativas especiales se encuentra estrechamente relacionada con la estructura
del defecto y de manera muy íntima conlos llamados defectos secundarios,
terciarios, etc. que son quienes en última instancia, nos permiten definir el
tipo de necesidad educativa especial que el niño presentará para, en
correspondencia con ella, organizar su atención pedagógica, apoyados en la
valiosa concepción vigotskiana del trabajo correctivo compensatorio.
Esta
concepción constituye uno de los principios que rigen el trabajo de la
Educación Especial en Cuba y que, a la luz de las condiciones actuales, va
adquiriendo una proyección cada vez más general y abarcadora, expresada hoy en
términos de trabajo preventivo.
Prevención
y trabajo correctivo compensatorio: la nueva dimensión de una postura
Tradicionalmente
ha sido más común emplear el término prevención en contextos médicos,
psicológicos clínicos, en el tránsito, seguridad laboral, en determinados casos
de catástrofes o fenómenos naturales adversos, contaminación atmosférica, etc.,
que en el ámbito educativo propiamente dicho.
Esta
situación ha producido el crecimiento de la atención y en correspondencia con
ello, de la adopción de medidas de prevención en programas de atención materno
infantil, en la protección e higiene del trabajo, en la eliminación de peligros
potenciales, seguridad vial, protección del medio ambiente, etc.
No
obstante y a pesar de los avances que en esas áreas se aprecian, todavía los
pasos dados no han producido los resultados ni todo el impacto social que de
ellos se espera, por lo que en general se considera necesario incrementar los
esfuerzos en la cobertura global del área preventiva.
Si
este es el panorama general con el que nos encontramos, qué decir entonces del
ámbito educativo para el cual este concepto es tan actual, transcendente y
renovador?.
Por
lo general en el contexto pedagógico la utilización y aplicación de este
concepto se circunscribía al área comúnmente denominada Educación Especial.
Hoy, sin embargo se ha comenzado a producir un cambio de enfoque concibiéndose la
prevención como la adopción de medidas encaminadas a impedir que se produzcan
deficiencias físicas, mentales y sensoriales o a impedir que las deficiencias,
cuando se han producido, tengan consecuencias físicas, psicológicas y sociales
negativas.
En
los momentos actuales en Cuba, el concepto mismo de prevención en el área
educativa, adquiere una mayor dimensión y alcance, pues se coloca en el centro
de lo que estamos llamados a convertir en un estilo y práctica del trabajo
pedagógico capaz de involucrar a todos los alumnos.
A
partir de la experiencia y calificación de los recursos humanos de la Educación
Especial en este trabajo, cuya labor ha estado fundamentada en el sustento
teórico de la concepción vigostkiana y más específicamente en sus postulados
acerca del trabajo correctivo compensatorio, en nuestro país se ha asignado a
la enseñanza especial el carácter rector en este trabajo, orientando y
coordinando los esfuerzos de todo el sistema nacional de educación en tan
perspectiva dirección. Consecuentemente pensamos que podemos interpretar las
exigencias actuales del trabajo preventivo desde una nueva dimensión de la
postura del trabajo correctivo compensatorio lo que exige de nosotros una clara
comprensión del enunciado vigotskiano acerca de que "la ley de la compensación se aplica de la misma manera al
desarrollo normal y al complicado".
En
este sentido en el centro de nuestra atención colocamos prioritariamente el
trabajo con los niños que presentan factores de riesgo, reforzando con ellos,
con sus familias y entorno social, todo un sistema de medidas que nos permitan
eliminar o atenuar oportunamente el efecto de condiciones negativas
desencadenantes, realizando así lo que se identifica como prevención primaria.
La
experiencia acumulada por Cuba en este terreno, fruto de la integración de la
labor de los médicos de la familia, maestros, psicólogos, trabajadores
sociales, y organizaciones de masas, entre otros factores, la ofrecemos como
marco de referencia para los análisis y reflexiones que tenemos que realizar si
queremos llevar la prevención primaria al lugar prioritario que le corresponde.
Existen
otros niveles de prevención, entre los que comúnmente se señalan la prevención
secundaria y la prevención terciaria.
En
el caso de la prevención secundaria se trata de la adopción de medidas
encaminadas a diagnosticar y atender tempranamente la deficiencia ya existente
para evitar su establecimiento como discapacidad.
La
prevención terciaria por su parte, se conceptualiza como el conjunto de medidas
dirigidas a evitar el establecimiento de la discapacidad como minusvalía,
entendida esta como la situación de desigualdad social y ambiental que afecta
eventualmente a la persona con discapacidad.
Sin
embargo, sin dejar de reconocer el valor que este esquema conceptual
representa, somos del criterio de que en realidad la prevención tenemos que
concebirla con un criterio más integral, global y positivo, que nos de la
posibilidad de apreciarlo como todo un sistema de influencias que en el ámbito
educativo ha de anticiparse a las posibles dificultades que en el proceso
puedan surgir o a corregir o compensar tempranamente las limitaciones ya
existentes, eliminando o atenuando las condiciones que las provocan.
Desde
esta perspectiva no sería exagerado asegurar que lo que hacemos en la enseñanza
dirigido a precisar el nivel de preparación real de nuestros alumnos y allí
donde sea preciso, adoptando las medidas que garanticen el éxito de los alumnos
en el vencimiento de los objetivos planteados, puede ser apreciado también
desde la posición más amplia del trabajo correctivo compensatorio que implica
necesariamente una postura preventiva.
Mucho
más que eso, el trabajo preventivo que en Cuba ha iniciado la Educación
Especial con el resto de las enseñanzas y muy particularmente con Prescolar y
Primaria, es a nuestro entender más que un nivel primario de prevención, un
nivel primario de integración, exigiendo la atención oportuna de las
necesidades educativas que los niños presentan dentro de la ámbito educativo
general y evitando, de esa misma manera, el ingreso a la modalidad de escuelas
especiales de un grupo de alumnos que en realidad no son tributarios de ella.
Un
claro ejemplo de ello lo tenemos en las aulas hospitalarias que funcionan en
todo el país y en las cuales, en la medida en que las condiciones de salud de
los niños lo permiten, nosotros trabajamos con ellos con la finalidad de
lograr, junto con el restablecimiento médico, una exitosa reincorporación a la
vida escolar.
En
términos propios de trabajo preventivo una de la exigencias fundamentales está
relacionada con la caracterización de los alumnos y su actualización
sistemática.
La
atención integral a los alumnos ha de partir de un conocimiento profundo de sus
particularidades individuales y las de su entorno, que han de servir de base
para la elaboración de estrategias de intervención individuales y colectivas,
capaces de satisfacer en cada momento las necesidades educativas de cada niño.
La
caracterización constituye para nosotros un insustituible instrumento de la
actividad pedagógica que en esencia nos debe permitir conocer el estado de
desarrollo real de los alumnos, descubriendo aquellas áreas que demandan de
nuestra acción correctiva-compensatoria con vistas a garantizar el constante
avance de los educandos.
Una
de las acciones más priorizadas en esta dirección está relacionada con la
elevación de la funcionalidad del diagnóstico logrando, su real enfoque
cualitativo, constructivo, su orientación hacia las potencialidades de
desarrollo y la satisfacción de las necesidades educativas.
La
experiencia que hemos acumulado en el área del diagnóstico esta vinculada
estrechamente con la creación y desarrollo de la estructura de los equipos técnicos
multidisciplinarios de los Centros de Diagnóstico y Orientación (C.D.O).
Hoy
en Cuba contamos con más de 130 equipos de esta naturaleza, conformado cada uno
por psicólogo, pedagogo, psicometrista, terapista del lenguaje, psicopedagogo,
trabajador social, que se potencian con la incorporación de especialistas
médicos de los más diversos perfiles para, desde la perspectiva del diagnóstico
como proceso interdisciplinario y científico, y en estrecho vínculo con la
familia y los maestros , arribar a un criterio que permita encauzar las
acciones que las necesidades educativas identificadas requieren.
Por
lo general este momento inicial del diagnóstico y sobre todo el proceso que a
partir del mismo se desarrolla es lo que se identifica más comúnmente con la rehabilitación
o como nosotros pudiéramos también señalar, con el concepto más específico del
trabajo correctivo compensatorio.
Ya
hemos apuntado que en la elaboración de esta concepción del trabajo correctivo
compensatorio L. S. Vigotsky realizó aportes de un inestimable valor teórico y
metodológico.
Vigotsky
formuló todo un sistema de puntos de vista y direcciones del trabajo en esta
área que aún en nuestros días mantienen su vigencia.
Así
esbozó lo que para él constituía el postulado central de la pedagogía especial:
"cualquier defecto origina estímulos
para la formación de la compensación. Por eso el estudio dinámico del niño que
presente deficiencias no puede limitarse a la determinación del grado y de la
gravedad de la insuficiencia, si no que incluye indispensablemente el control
de los procesos de compensación, de sustitución, procesos edificadores y
equilibradores en el desarrollo y en la conducta del niño".
Cuando
nosotros en Cuba asumimos estos postulados del trabajo correctivo compensatorio
estamos considerando las potencialidades que desde el punto de vista
neurofisiológico tiene el sistema nervioso y sobre todo el cerebro humano para
enfrentar ese proceso, en particular su plasticidad y estructura, donde el
desarrollo de una comprensión desde la perspectiva del localizacionismo
dinámico de las funciones psíquicas superiores coherente con el principio
vigotskiano de la organización extracortical de las funciones psicológicas
superiores, (Anojín, P.K., Vigotsky L.S.; Luria A.R) adquiere cada vez una
mayor trascendencia.
Desde
luego, en la cristalización de estas potencialidades es fundamental, entre
otros aspectos, el elemento que se introduce a partir de la comprensión
vigotskiana de mediación y su revolucionador concepto de zona de desarrollo próximo.
Como
señaló Vigotsky "la forma de
colaboración entre el niño y el adulto es el elemento central del proceso
educativo", siendo determinante en el caso de la atención de los niños
con necesidades educativas especiales, el papel del maestro para el éxito del
proceso.
En
correspondencia con ello prestamos particular atención a la preparación y
actualización de nuestros maestros y profesores, cuestión en la que resulta
vital el aporte de los Institutos Superiores Pedagógicos.
La
manera específica en que los maestros median socialmente o crean
interactivamente las condiciones para el aprendizaje es definitoria en la
concepción vigotskiana de zona de desarrollo próximo, en cuyos límites se puede
trabajar sólo a partir de premisas afectivas favorables.
Nosotros,
fieles al legado martiano, hacemos a diario, instrumentación práctica de su
pensamiento "... más que la
enseñanza en esta escuela, ha de profesarse el amor"; con la firme
convicción de que la compensación, aunque no siempre concluya con el éxito, si
será inevitablemente siempre un proceso creador y desarrollador en su esencia
misma, de un altísimo contenido pedagógico y sobre todo, humano.
En
ocasiones, los resultados de la aplicación práctica de dos de los conceptos fundamentales
analizados hasta aquí, la prevención y la dimensión particular del trabajo
correctivo compensatorio, se expresan en términos de los diferentes niveles de
integración social, laboral y escolar que se alcanzan con nuestros educandos.
Por
tratarse de una temática de gran actualidad y trascendencia, nos detendremos
brevemente para hacer algunas consideraciones al respecto.
REFLEXIONES
EN TORNO A LA INTEGRACIÓN
Hablar
hoy de integración significa prácticamente referirse más que a un concepto, a una
filosofía en el abordaje de esta problemática en el contexto pedagógico y
social.
Desde
este punto de vista Cuba es un país donde, como fenómeno social, la integración
en su concepción más amplia, es una realidad para todos, independientemente de
posturas filosóficas, religiosas, sexo, raza, con desviaciones o dificultades
en su desarrollo o no, pues a todos se nos asegura, en la ley y en la vida,
igualdad plena de derechos.
Por
eso sostenemos que si queremos hablar con rigor y seriedad de integración, de
igualdad de derechos, en una región donde a más de 60 de cada mil niños nacidos
vivos no se les garantiza el más sagrado de los derechos, el derecho a la vida,
donde la pobreza afecta ya a casi 200 millones de personas, donde casi el 50%
de los niños que inician la escuela primaria no llega hasta el 5to. grado,
donde menos del 2% de los 16 millones de niños discapacitados tienen algún
nivel de educación o preparación, en un mundo donde prácticamente cada 6
segundos muere un niño por desnutrición, asociada ésta a infecciones, nuestras
prioridades, más que de carácter pedagógico, son de carácter social; pues para
que haya atención de los niños con necesidades educativas especiales, para que
exista, allí donde sea estrictamente necesario educación especial, tiene que
existir primero "educación para todos".
Las
ideas y aspiraciones de educación popular, de las cuales Simón Rodríguez, el
ilustre pedagogo latinoamericano, maestro del Libertador y de toda una
generación de venezolanos fue un fiel exponente, adquieren, a la luz de esta
situación, particular vigencia: "Yo
dejé la Europa (donde había vivido veinte años seguidos) por venir a
encontrarme con Bolívar; no para que me protegiese, sino para que hiciese valer
mis ideas a favor de la causa. Estas ideas eran (y serán siempre) emprender una
educación popular, para dar ser a la República imaginaria que rueda en los
libros, y en los Congresos".
En
medio de un panorama tan sombrío, donde "millones de personas pasan por
períodos especiales sin equidad, sin esperanza", la experiencia acumulada
por nuestro país, constituye un genuino logro del proyecto social cubano que
estamos seguros ustedes podrán valorar en toda su dimensión.
Nosotros,
sin embargo, estamos también prestos al diálogo en un sentido más estrecho de
la integración, en el referido a las personas con desviaciones o dificultades
en su desarrollo.
Es
conocido que en este terreno las concepciones han ido evolucionando, desde una
postura de supervivencia, hasta un enfoque de normalización e integración.
Se
han dado importantes pasos en la caracterización de la integración como un
proceso gradual, definiéndose diferentes grados y tipos, entre los que se
encuentran:
Integración física
Integración funcional
Integración social
Integración a la sociedad
Pero
a la hora de analizar en el contexto pedagógico el fenómeno de la integración
por lo general se hace referencia a la posibilidad de educar juntos a niños con
y sin necesidades educativas especiales. Es aquí donde surgen las mayores
inquietudes, preocupaciones e interrogantes.
Logra
la escuela general (común) el máximo desarrollo de las potencialidades de sus
educandos que no presentan necesidades educativas especiales?.
¿Cuál
será entonces el futuro de los alumnos con necesidades educativas especiales en
ese medio?
¿Cómo
se garantizará el soporte técnico especializado que la atención de muchos
alumnos reclama?
¿Qué
nivel de especialización o preparación especial tienen los docentes de la
escuela general para trabajar con los alumnos con necesidades educativas
especiales?
Evidentemente
las respuestas a estas interrogantes pueden ser variadas y en algún sentido,
polémicas.
Sin
embargo hay algo que inevitablemente se referirá y es la valoración acerca de
la escuela especial como tal, sus finalidades, características y proyección
social.
El
propio Vigotsky en su época fue un crítico severo del tipo de escuela especial
segregacionista y antisocial por su naturaleza. Ese no es, afortunadamente, el
tipo de escuela especial que ustedes podrán apreciar en Cuba.
Nuestras
escuelas especiales, que como ya hemos señalado, no son la única modalidad de
atención de los niños con necesidades educativas especiales, son ante todo,
escuelas, similares a las del resto del sistema nacional de educación, pero con
un grupo de condiciones organizativas, de preparación de los recursos humanos y
del equipamiento técnico especializado, que les permite brindar a sus
educandos, la atención que requieren.
Son
escuelas que no pueden concebirse como una modalidad "paralela" a la
educación regular, pues de ser estrictamente así no tendrían ni una orientación
hacia ella ni tantos puntos de intersección y contacto con la misma; son desde
nuestra óptica, una manera de materializar en la práctica la relación entre la
unidad del sistema educacional cubano y la diversidad a través de la cual, ésta
se manifiesta en la práctica escolar. Son, en definitivas escuelas llamadas
también a convertirse en el centro cultural más importante de la comunidad y a
propiciar, en el caso de las que tienen un marcado carácter transitorio, el
tránsito exitoso de los alumnos a la escuela general, en el menor tiempo
posible.
La
aplicación de la concepción pedagógica martiana de la combinación del estudio
con el trabajo, principio rector de nuestro sistema educativo, tiene para las
escuelas especiales, una enorme significación. "El hombre crece, como señaló Martí, con el trabajo que sale de
sus manos".
Por
eso con vistas a garantizar una preparación laboral más eficiente de nuestros
educandos, que garantice su posterior integración sociolaboral, estas escuelas
en su mayoría disponen del equipamiento necesario y sus programas docentes en
el área laboral se vinculan cada vez más, a la solución de necesidades de la
comunidad.
Estamos
poniendo especial énfasis en la preparación para un oficio, que nos permita
incluso utilizar mejor el % de plazas laborales, a cubrir por egresados de la
educación especial, según la legislación laboral vigente.
Pero,
como hemos subrayado, las escuelas especiales no constituyen la única modalidad
de la atención de los niños con necesidades educativas especiales en Cuba; ni
se puede pretender ahora, a partir de este concepto, definir previamente la
ubicación escolar mas apropiada para el alumno. Ello en última instancia será
el resultado del análisis integral del tipo, calidad, frecuencia y niveles de
ayuda que requiere para vencer los objetivos educativos, así como de las
particularidades familiares y del entorno en el que se podría educar, es decir,
el tipo de centro disponible, el grado de preparación de los docentes, las
actitudes familiares y de los colectivos escolares, así como las posibilidades
de orientación y seguimiento por personal especializado, etc.
A
la luz de estos planteamientos y compartiendo los nobles propósitos de la
integración, somos del criterio de que si un país, sin ningún tipo de
sentimiento de nacionalismo y autocomplacencia, puede y necesita como resultado
de su desarrollo educativo, continuar avanzando en esta dirección, es Cuba.
En
este sentido, sin llegar todavía a cubrir todas nuestras expectativas y
posibilidades, son alentadores, los resultados que se vienen logrando, desde
hace algún tiempo, en la atención de niños con necesidades educativas
especiales en instituciones de la enseñanza general, como se refleja en el
siguiente cuadro:
ALUMNOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS
ESPECIALES QUE RECIBEN ATENCIÓN EN INSTITUCIONES DE ENSEÑANZA GENERAL
NECESIDADES
EDUCATIVAS ESPECIALES RELACIONADAS CON LA ADQUISICIÓN Y DESARROLLO DEL LENGUAJE.
CURSO 1993-94
MATRÍCULA GENERAL PRIMARIA |
TOTAL DE ESCUELAS |
NRO. DE ESCUELAS ATENDIDAS POR LOGOPEDAS |
% |
NRO. DE ALUMNOS QUE RECIBEN ATENCION |
% |
983581 |
8919 |
886 |
9,93 |
27585 |
1,8 |
MATRÍCULA GENERAL PRESCOLAR |
TOTAL DE C.I. |
NRO. DE C.I. ATENDIDAS POR LOGOPEDAS |
% |
NRO. DE NIÑOS EN C.I. ATENDIDOS POR
LOGOPEDAS |
% |
155764 |
1156 |
464 |
40,1 |
6556 |
4,2 |
Además
de estos 34141 alumnos que se atienden en instituciones de enseñanza general
por presentar necesidades educativas especiales relacionadas con la adquisición
y desarrollo del lenguaje; se trabaja también con otros 3439 niños con
necesidades educativas especiales en otras áreas, pero que pueden ser atendidas
en la escuela general. Por tanto, el total de niños atendidos en esta modalidad
es de 37580.
Son
de igual modo estimulantes los pasos que se vienen dando de acuerdo con el
desarrollo del programa "Educa a tu hijo", la vinculación cada vez
más estrecha de los equipos de los CDO con esta actividad así como la atención
de unos 692 grupos de vías no formales de la Educación Prescolar, por
especialistas de la Educación Especial, con un claro propósito preventivo por
tanto, de integración.
El
análisis del alcance de nuestras concepciones en materia de integración no
sería completo, si dejáramos de mencionar la noble y rica experiencia que a la
luz de las mismas, se ha acumulado a lo largo de más de veinte años, en los
hogares para los niños sin amparo filial.
Hoy
Cuba cuenta con 25 instituciones de esta naturaleza, donde son atendidos más de
340 menores teniendo todos garantizada la educación en la modalidad de escuelas
correspondientes y asegurándoles a todos, con necesidades educativas especiales
o no, una convivencia donde florecen los sentimientos de colaboración y
solidaridad, de ayuda y amistad.
Sin
embargo la prioridad e importancia de la Educación Especial en Cuba, la
experiencia acumulada, el propio perfeccionamiento contínuo de nuestra
enseñanza, su mayor nivel de integración con el resto de las estructuras del
sistema educativo cubano, el estudio y la incorporación a nuestra práctica de
los mejores frutos del quehacer científico pedagógico nacional e internacional,
en cuyo empeño las Conferencias científicas y demás actividades del CELAEE han
sido fundamentales, nos ponen en condiciones de asumir nuevos retos y buscar
alternativas que nos permitan elevar la eficiencia de la enseñanza y continuar
avanzando en la instrumentación y el logro real de su finalidad integradora.
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