La Educación Especial en Cuba.

 

En medio de las difíciles condiciones económicas que América Latina enfrenta en estos momentos y en particular Cuba, se desarrolla este Seminario Internacional sobre la Educación Especial y Rehabilitación organizado por la Universidad Latinoamericana y del Caribe, del Parlamento Latinoamericano. Nuestro agradecimiento personal por brindarnos la oportunidad no solo de compartir con Uds. y otros colegas de América Latina y el Caribe los modestos esfuerzos que viene realizando nuestro país en favor de las personas discapacitadas, sino también de enriquecernos con las valiosas experiencias que aquí se expongan.

 

La educación en Cuba es una tarea de todos, bajo esa consigna hemos trabajado ininterrumpidamente todos los educadores durante más de 30 años, por conformar lo que llamamos Sistema Nacional de Educación.

Decimos que es un Sistema Nacional de Educación porque está estructurado y organizado a partir de la existencia de diferentes subsistemas de educación, que tienen entre sí una gran relación. La Educación Especial es uno de estos subsistemas.

 

El Sistema Nacional de Educación se estructura sobre la base de tres principios fundamentales:

 

1.  El primero la masividad, la educación para todos.

2.  El segundo la educación social, la participación de toda la sociedad en el proceso educativo.

3.  El tercer principio la vinculación del estudio con el trabajo, que es un postulado de José Martí, nuestro héroe nacional.

 

Sobre la base de estos tres principios fundamentales nosotros hemos articulado el Sistema Nacional de Educación.

 

Expresar una obra educacional de algo más de tres décadas no resulta fácil, de ahí, que he tratado de resumir los conceptos básicos que puedan ayudar a conformar una idea general de la forma en que está estructurada y organizada la enseñanza de este importante segmento de la población y que a su vez estimule en Uds. la visita a nuestro país para apreciarlo de forma más directa, anticipándole que serán acogidos con mucha hospitalidad y cariño.

 

Uno de los problemas más actuales y complejos que se abordan por pedagogos, psicólogos, personal médico, entre otros, es lo relativo a la creación de diferentes y variadas formas de atención educacional de los escolares con algún tipo de deficiencia. En este sentido se observa la existencia de un patrón muy desigual en la calidad de los servicios que la sociedad otorga a estas personas.

 

Según datos de la UNESCO, las tres cuartas partes de los impedidos que habitan en el planeta están completamente abandonadas, y solo un uno por ciento recibe una ayuda apropiada.

 

Un estudio sobre los niños discapacitados en áreas rurales de países de América Latina, revela las dramáticas condiciones en las cuales viven la mayoría de ellos, abandonados por un sistema carente de salud y educación.

 

Escasos países en el mundo han podido resolver plenamente esta tarea pedagógica y social, que aún transita en la búsqueda de soluciones de orden científico y técnico que garanticen las exigencias que este tipo de educación requiere. Agrava esta situación, los problemas económicos por los que atraviesan la mayoría de los países.

 

Por supuesto, no escapa a nuestro análisis que este es un problema de no fácil solución, por su complejidad, la diversidad de factores concurrentes y los recursos humanos y materiales que se requieren.

 

En Cuba, país afectado por casi los mismos factores que los países del continente, desde hace más de 30 años se hicieron transformaciones económicas, políticas y sociales que permitieron situar a la educación como el arma más poderosa del hombre para su constante perfeccionamiento y como instrumento de transformación social.

 

Si hacemos un análisis de los logros que ha tenido nuestro país en el campo de la educación, incuestionablemente, sitúan a la Educación Especial entre unas de sus más genuinas obras, por cuanto, antes de 1959 era prácticamente inexistente, como expresión de la discriminación y atención que esta parte de la población recibía.

 

Durante estos 34 años se ha trabajado por el Ministerio de Educación, en lo fundamental y con la estrecha participación del Ministerio de Salud Pública, Comité Estatal del Trabajo y Seguridad Social y las Asociaciones de Impedidos, en la organización de los servicios de la Educación Especial, como parte integrante del Sistema Nacional de Educación, con acceso y gratuidad para todos por igual.

 

Impulsados por el carácter humanista de nuestras concepciones, de los principios legales establecidos por la Constitución, el Código de la Niñez y la Juventud y demás leyes que postulan los derechos de todos los ciudadanos cubanos a recibir educación, trabajo y adecuadas condiciones de vida, y sobre todo, impregnado de mucho amor, se ha ido conformando y consolidando la atención a los niños y jóvenes que presenten deficiencias y logrado materializar la concepción que sobre las posibilidades de esta enseñanza planteara nuestro Héroe Nacional José Martí al expresar: "Esos vivos nacen muertos, y la enseñanza los revela a la vida, y fructifica en ellos la obra de la paciencia y la bondad" ("Revista Universal" México. 30/11.1875).

 

Los servicios de Educación Especial como ya se ha señalado forman parte del Sistema Nacional de Educación con la articulación necesaria con la Educación Preescolar, Primaria y Media, la Educación de Adultos, Técnica y Profesional, Formación del Personal Pedagógico y las Universidades del país.

 

El sistema de escuelas estructurado, tiene como objetivo fundamental, el lograr que sus egresados puedan tener una adecuada incorporación a la vida social y laboral como trabajadores y constructores activos de la sociedad, evitando con ello, que constituyan un grupo social marginado y discriminado.

 

Este nivel de aspiraciones es factible de lograr porque nuestra sociedad, como ya hemos dicho, le brinda la posibilidad a cada individuo de integrarse a ella con iguales derechos, sean discapacitados o no.

 

Principios teóricos y metodológicos fundamentan y rigen el trabajo docente-educativo, correctivo y compensatorio. El análisis de uno de los postulados puede servir para ilustrar los presupuestos teóricos que sirven de basamento a la Educación Especial en nuestro país, y es el referido al valor social, pedagógico y económico que esta tiene.

 

El valor social está dado por el fin fundamental de integrar socialmente a las personas deficientes, desarrollarlas, convertirlas en ciudadanos útiles a la sociedad, que participen plenamente en la producción de bienes materiales y espirituales como lo hacen la totalidad de los miembros de la sociedad.

 

El valor pedagógico lo analizamos a partir del criterio de que un proceso docente-educativo, adecuadamente estructurado y organizado, que tenga en cuenta la formación integral y general de los escolares y utilice los métodos, procedimientos y técnicas más avanzadas, dirigidas a lograr el máximo desarrollo posible de sus potencialidades contribuyen a dotarlos de una instrucción básica y laboral que favorece su integración social.

 

El valor económico está dado por la interrelación de los dos elementos anteriores, por cuanto, si la sociedad emprende la labor pedagógica y garantiza, a pesar de lo costosa que resulta la educación especial, la incorporación e integración a la vida productiva del país, las personas deficientes, lejos de convertirse en una carga económica, son fuente promotora de riquezas para la sociedad y adquieren una conciencia de productores útiles, y no de consumidores inactivos y marginados.

 

El trabajo pedagógico está orientado por dos principios teóricos fundamentales; el considerar que el desarrollo psíquico del niño está determinado, en última instancia, por la apropiación de las distintas formas de experiencia social y el papel rector que desempeña la enseñanza en el desarrollo y formación integral del alumno.

 

Resulta más efectivo realizar el proceso de rehabilitación, corrección y compensación sobre la base de estructurar y organizar la enseñanza con métodos y procedimientos específicos, ajustados a las características de los déficits y a las potencialidades de los individuos que son portadores del mismo, sobre todo en las alteraciones más severas.

 

Esta concepción de lo psíquico y su formación ha constituido un elemento muy importante para organizar el proceso docente-educativo de los niños deficientes de una forma resueltamente optimista, que se corrobora en los resultados obtenidos por nuestro país y en otros, en los niños ciegos, débiles de visión, sordos e hipoacúsicos.

 

Derivado de este principio fundamental rige otro, que se expresa en el papel desempeñado por la enseñanza en el desarrollo y en la formación integral y multilateral del alumno. Si importante es este principio para la educación del escolar, en general, en el caso de los que presentan deficiencias físicas o mentales es de un valor inapreciable.

 

La instauración del lenguaje oral en los niños sordos, no se logra si no es a través del proceso de una enseñanza estructurada y organizada con métodos y procedimientos específicos. Situaciones semejantes se presentan en la formación de las representaciones de los niños ciegos y retrasados mentales.

 

Cuando postulamos que la enseñanza guía y produce el desarrollo del individuo, se niega la predeterminación fatalista del desarrollo, es decir, se trabaja con la orientación de que el proceso de la enseñanza antecede al desarrollo, que lo promueve y estimula.

 

Es por ello que los programas elaborados para esta enseñanza incluyen contenidos y tareas cada vez más complejas, encaminadas a alcanzar el mayor desarrollo posible de las potencialidades de los escolares.

 

Muy directamente relacionado con estos principios, desempeña un papel importante el relativo a la compensación del defecto. Su aplicación se materializa en la organización que adopta el proceso docente-educativo en todos los tipos de escuelas, a partir de la necesidad de desarrollar al máximo, los analizadores no dañados, de forma tal, que se logre cierta sustitución del funcionamiento del analizador afectado. Así por ejemplo, la educación del niño ciego va dirigida, principalmente, al desarrollo de los analizadores táctiles, auditivos, gustativos; en el sordo, el visual y el propioceptivo.

 

De la misma forma la enseñanza y educación de los niños ciegos está dirigida hacia el desarrollo de la orientación espacial y en los niños sordos al desarrollo del lenguaje oral.

Considerar el principio de la compensación es ajustarse a uno de los logros más importantes de las Neurociencias y la Pedagogía Especial actuales, los cuales postulan que cualquier deficiencia origina estímulos para la formación de la compensación y, además, por los estudios realizados acerca de la gran plasticidad, complejidad y dinámica del sistema nervioso y en particular del cerebro humano.

 

Otro principio que rige la organización del trabajo de la educación especial en nuestro país, es el referido a la educación de los niños deficientes desde la más temprana edad. Este principio, se fundamenta en las amplias posibilidades de desarrollo que posee el niño cuando comienza su educación desde estas edades, debido a que no solo se garantiza la adquisición y formación más adecuadas de los procesos y bases de las cualidades psicológicas del niño, sino que se evita que se formen o se instauren estos incorrectamente.

 

Es por ello que en nuestro país se trabaja con los niños deficientes desde las más tempranas edades en los Círculos Infantiles o a través de la orientación a la familia para que puedan ejercer una influencia adecuada en su desarrollo.

 

Muy relacionado con este principio se aplica el del diagnóstico precoz, científico y diferencial de los niños que presentan algún tipo de deficiencia o alteración en su desarrollo. Este principio es muy importante porque solo al determinar la deficiencia que posee el niño, su complejidad, características y posibilidades, es que se puede determinar con precisión la atención educacional que debe recibir y ello aumenta considerablemente sus posibilidades de desarrollo.

 

Existen otros tres principios que rigen en nuestro trabajo y que desempeñan un papel esencial para garantizar una adecuada y activa integración social en los egresados de esta enseñanza. Son ellos la interrelación de la escuela con la comunidad, la preparación laboral de los alumnos y la incorporación de la familia a todo el proceso de atención y educación de los deficientes.

 

Sobre la base de estos principios se organizan las escuelas especiales de manera semejante a los restantes tipos de centros de otros subsistemas, se promueve la participación activa de los alumnos en actividades y competencias deportivas, culturales, en trabajo productivos y socialmente útiles, campamentos y palacios de pioneros.

 

La preparación laboral constituye un elemento esencial para garantizar una verdadera integración social de los deficientes, la cual se organiza mediante actividades de taller en la propia escuela y vinculada a los centros de producción y servicios de la comunidad.

 

Asimismo, los padres constituyen un elemento principal en el proceso educativo de los niños con deficiencias; y por ello, la escuela especial realiza su labor pedagógica en estrecho vínculo con la familia.

 

Tomando en cuenta estas concepciones el subsistema de Educación Especial se ha estructurado para brindarle atención a todos los tipos de niños con dificultades en los niveles de atención siguientes:

 

·      Un primer nivel que garantiza la educación temprana y que se organiza mediante Círculos Infantiles Especiales, salones integrados en Círculos Infantiles de niños normales y la orientación a los padres o familiares con posibilidades de cumplir el programa educativo con el niño.

 

·      Un segundo nivel de atención que corresponde a la educación escolar (primaria y media) el cual se organiza mediante una amplia red de escuelas, ubicadas en su mayoría en la comunidad o región donde vive el escolar, algunas de las cuales se caracterizan por ser transitorias, es decir, el escolar asiste hasta lograr corregir sus defectos, reincorporándose al sistema regular.

 

 

·      Otra alternativa en este nivel de atención lo constituyen las aulas integradas a las escuelas primarias (Dificultades de aprendizaje, Trastornos de Conducta), las de tratamiento logopédico y la atención educacional domiciliaria.

 

Los alumnos que concluyen la educación media básica (9no. grado) en las escuelas especiales, excepto los retrasados mentales, se integran al estudio de diferentes tipos de escuelas del sistema regular de educación, preuniversitarios, centros politécnicos, escuelas de oficios y movimiento de aprendices).

 

 La mayoría al egresar se incorpora a la vida laboral y se le realiza seguimiento durante dos años por la escuela.

 

 Para los alumnos que posean las condiciones necesarias está concebida la articulación con las universidades de manera que puedan estudiar determinadas carreras.

 

·     - El tercer nivel de atención lo constituye la educación de adultos, destinada a los sordos, ciegos, e impedidos físicos y se imparte a través de aulas integradas en escuelas de adultos, en escuelas especiales y cuando el caso lo requiere, la atención a domicilio.

 

Se incluyen además las aulas hospitalarias cuyo objetivo esencial es garantizar la continuidad de estudios a los alumnos con defecto o no que requieren hospitalizarse por tiempo prolongado.

 

A las escuelas especiales solo asisten aquellos niños que se determina mediante el diagnóstico diferencial que no pueden cumplir con las exigencias de la escuela general dada la complejidad de sus defectos. Es por ello que se incluye, como una tarea esencial, el pesquisaje y la realización de acciones preventivas como proceso inicial, evaluación, diagnóstico y determinación de los niños que requieren los servicios de esta enseñanza.

 

Esta tarea la asumen los Centros de Diagnóstico y Orientación que están integrados por equipos técnicos multidisciplinarios de pedagogos, psicólogos, logopedas, psicometristas y trabajadoras sociales, muy vinculados con especialistas de la salud que conjuntamente con los maestros y familiares realizan el estudio y diagnóstico de los niños con severas dificultades en el aprendizaje para determinar las orientaciones pedagógicas y psicológicas que procedan, a la familia, a la escuela o la atención especializada que debe brindarse en instituciones de la Educación Especial.

 

Con el propósito de lograr un desarrollo ascendente y sistemático en la educación de los niños con deficiencias se ha venido trabajando en los últimos 10 años en un conjunto de tareas que han posibilitado una profundización y enrriquecimiento del trabajo realizado hasta ese momento en este subsistema.

 

A ello han contribuido la asignación de cuantiosos recursos financieros y materiales, en el marco de la planificación nacional de la educación, destinados a la educación especial, permitiendo con ello que durante este decenio se lograra elevar de forma significativa la cobertura de atención educacional de este Subsistema. Además, se han ido ampliando y diversificando los servicios de los diferentes tipos de niños con dificultades y no obstante, las limitaciones materiales y económicas por las que atraviesa el país, en esta última década se proyectó un amplio plan de construcciones de nuevos centros que incrementó en 46 la cifra existente y amplió las capacidades para elevar los índices de escolarización.

Un breve análisis de lo que ha significado este esfuerzo se revela si comparamos la matrícula de la educación especial en el curso 82-83 que ascendía a 37058 alumnos y sucesivamente en los años siguientes fue ascendiendo hasta alcanzar la cifra de 63033, lo cual representa el doble de la matrícula del curso que dio inicio al decenio.

Este incremento nos ha permitido elevar el índice de escolarización al 65%, lo cual nos sitúa en una posición ventajosa si lo comparamos con informaciones de otros países del área y de Estados Unidos.

Sin embargo, los alumnos no incorporados a centros especiales en su mayoría no están en sus casas, sino en instituciones de la educación general y son en su mayoría, deficientes intelectuales o de la conducta.

Esto nos ha obligado a continuar trabajando en el aprovechamiento óptimo de la capacidad instalada y supone que, sin abandonar el sistema de escuelas concebido y sujeto a perfeccionamiento, se apliquen otras alternativas de organizar el proceso educativo, sobre todo en las especialidades menos severas, que conjuguen la ubicación del niño en el sistema regular, con una atención especializada, lo cual está en correspondencia con las tendencias de integración escolar, pero ajustadas a las condiciones concretas que se dan en nuestro país.

 

Otras variantes en línea con esta concepción lo constituyen también las experiencias de integración de los alumnos sordos o deficientes visuales en los niveles de secundaria de la educación general, una vez que se ha logrado su preparación, en la escuela especial; así como las de educación preescolar en actividades comunes con los niños oyentes.

 

Asimismo, se trabaja en investigaciones acerca de la tasa de incidencia de las diferentes patologías en la población escolar que nos permitan perfeccionar los indicadores con los cuales trabajamos actualmente y que han resultado del análisis de la evaluación continua que realizan los Centros de Diagnóstico y Orientación, el Censo de Población de 1981, trabajos realizados en determinados municipios y la comparación de la matrícula actual de la Educación Especial con los pendientes de ubicación y la población de esas mismas edades.

 

El análisis de la matrícula por especialidades revela el esfuerzo realizado en los últimos 10 años para ampliar los servicios de este subsistema, organizando escuelas para atender los alumnos con estrabismo y ambliopía, con trastornos severos del lenguaje y el Retardo en el Desarrollo Psíquico o Dificultades en el aprendizaje, término este último utilizado en la mayoría de los países de América Latina.

 

Se ha ampliado la enseñanza de algunas especialidades, con el diseño de programas y metodología específica para educar a los niños que presentan patologías múltiples (Ciegos con Retraso Mental).

 

Se creó en 1989 la primera escuela con carácter nacional, para la atención de los niños con impedimentos físicos motores, que cuenta con un moderno equipamiento no solo escolar, sino especializado para el tratamiento de las diferentes deficiencias que presentan los alumnos.

 

Forman parte también de la ampliación de los últimos 10 años, la organización de la Educación Temprana en las especialidades de Sordos e Hipoacúsicos, Retraso Mental, y Ciegos y Débiles Visuales, mediante la institución y la orientación a padres.

 

Se incrementó el número de aulas para la atención logopédica de los alumnos de Círculos Infantiles, escuelas primarias y se asignaron especialistas a los centros de Educación Especial para brindar este servicio en cada una de las especialidades.

 

Se perfeccionó la concepción de cada una de las patologías, se elaboraron nuevos planes de estudios y programas, libros de textos y cuadernos de trabajo, ajustados a las características de estos escolares; así como, orientaciones metodológicas para los docentes.

 

Un aspecto de extraordinaria importancia para esta enseñanza lo constituye el equipamiento técnico que requieren algunas especialidades y en este sentido se realiza un gran esfuerzo y han resultado de inestimable valor las vías que hemos utilizado. En primer lugar resulta necesario destacar el desarrollo científico-técnico alcanzado en nuestro país y la labor esforzada de numerosos científicos y técnicos han permitido producir equipos como el Videovoz de aplicación en el trabajo sobre el lenguaje, y otros de amplificación del sonido, ambos para la educación de los deficientes auditivos. El Medicid, de amplia utilidad para el campo del diagnóstico constituye una vía más para lograr mayor precisión en la información de presencia de lesiones cerebrales en los niños con distintos tipos de defectos.

 

La elaboración de programas o técnicas para hacer llegar a los niños ciegos o a los impedidos el aprendizaje de la computación o la impresión de libros en el Sistema Braille.

 

El primer eslabón del subsistema lo constituyen los Centros de Diagnóstico y Orientación por cuanto son los encargados de la evaluación y diagnóstico de los menores con desviaciones en su desarrollo para recomendar las medidas a seguir y su tratamiento ulterior. Son centros de carácter provincial que cuentan con equipos técnicos cuya cifra varía en atención a las características de cada provincia y organizan su trabajo de manera tal que se garantice que todos los municipios reciban sus servicios.

 

A los Centros de Diagnóstico y Orientación acuden los niños por remisión de la escuela, de una institución de salud o por solicitud de la familia.

 

En la actualidad trabajamos en el perfeccionamiento de la labor de estos centros a partir de la validación de las estrategias generales para el diagnóstico, y el estudio de métodos y técnicas para obtener informaciones más precisas en el proceso de evaluación. Al propio tiempo, se operan transformaciones en estos centros que enfatizan más la labor preventiva y de orientación en los centros de Educación General, constituyéndose en el eslabón metodológico entre las educaciones primaria y especial, para potenciar la fuerza calificada que existe en ambas enseñanzas en favor de lograr acciones conjuntas dirigidas a ofrecer una atención inmediata a los alumnos, sobre todo de los primeros grados, que comiencen a manifestar dificultades. Al propio tiempo que permiten a los especialistas obtener una mayor información de la actuación del niño para corroborar el diagnóstico y consecuentemente, determinar los niños que deben ser tributarios de la Educación Especial.

Sin pretender hacer un análisis detallado de las características de cada especialidad, permítanme referirme a algunos elementos que contribuyan a conformar en Uds. una idea más general de la enseñanza.

-La educación para alumnos retrasados mentales leves y moderados contempla dos grandes etapas: Preparatorio y Educación General y Laboral.

 

La preparatoria tiene seis años de duración: educación temprana, preescolar y el grado preparatorio y su objetivo esencial es propiciar el desarrollo psíquico de los niños y garantizar su preparación para el ingreso a la escuela.

 

La educación general tiene una estructura de nueve años de duración de 1ro. a 9no. equivalente al nivel de 6to. grado de la Educación General, dividido en tres ciclos: 1ro. a 4to. en el que se pone énfasis en el desarrollo del lenguaje oral y escrito, la capacidad psicomotriz, la adquisición de habilidades básicas para la lectura y escritura y los conceptos elementales matemáticos.

 

El segundo ciclo comprende los grados 5to. y 6to., que continúa la preparación general y comienza a ofrecer una orientación laboral; y el tercer ciclo de 7mo. a 9no. que concluye con su preparación tanto general, como laboral.

 

-        La especialidad de Trastornos de la Conducta en nuestro país, pedagógicamente se clasifica en tres categorías generales, determinadas fundamentalmente, por la entidad de la falta y peligrosidad que presenten los menores. La primera categoría incluye a aquellos que manifiestan un nivel de desajuste complejo, dificultando la comunicación entre sus coetáneos y por consiguiente no se ajustan al cumplimiento de su actividad rectora.

-         

Los comprendidos en la segunda categoría además, de poseer las características anteriormente señaladas, presentan conductas disociales, pero su connotación social no resulta significativa y los de la tercera categoría están determinados por la peligrosidad social de los hechos antisociales que cometen. Esta última categoría es atendida en Centros de Reeducación de Menores del Ministerio del Interior.

 

Aplican el Plan de Estudio de la Educación General o de Escuelas de Oficios de la Educación Técnica y Profesional y además, tienen un sistema de actividades específicas para realizar el trabajo terapéutico con los alumnos.

 

Actualmente se trabaja para garantizar que los alumnos que presentan un marcado retraso escolar puedan en un período más corto adquirir el nivel básico de primaria y reforzar su preparación laboral para lograr que al egresar de estas escuelas puedan integrarse a una actividad productiva socialmente útil.

 

Al propio tiempo estamos reforzando el trabajo preventivo con aquellos niños y jóvenes que presentan índices de riesgo por proceder de un medio familiar no adecuado, a fin de adoptar las medidas necesarias para evitar que incurran en manifestaciones conductuales que exijan su incorporación a estos centros.

 

Para ello contamos con un sistema en el que intervienen no solo la escuela, sino las instituciones, organizaciones y comunidad en general.

 

-La enseñanza de Ciegos y Débiles Visuales, tiene una estructura similar a la Educación General y tiene hasta el nivel de Secundaria Básica, aplica su plan de estudio, programas y textos, excepto en las asignaturas Educación Laboral, Educación Física, Educación Plástica y Musical cuyos programas tienen en cuenta las características psicopedagógicas de los alumnos.

 

Incluye además un ciclo de asignaturas especiales (Conocimiento del Medio, Estenografía Braille, Escritura Plana y Mecanografía en Negro).

 

Esta concepción proporciona al deficiente visual el nivel necesario para continuar estudios si así lo desea en el nivel superior.

 

-        Las escuelas para niños estrábicos y ambliopes son instituciones médico-pedagógicas que tienen como objetivo esencial lograr la corrección o rehabilitación visual de los niños, por ello requiere una combinación armónica entre el tratamiento oftalmológico individual diario y el trabajo correctivo-compensatorio e instructivo que realizan los maestros en las clases.

 

Estas escuelas por su carácter transitorio incluye la educación preescolar y el primer ciclo de la educación primaria, aplicando el mismo plan de estudio de estas enseñanzas. En estos momentos y como resultado de la experiencia acumulada tenemos proyectado diseñar un plan de estudio que organice de forma más adecuada la carga docente, educativa y correctiva que estos niños necesitan.

 

·     Las escuelas para Impedidos Físicos aplican, en dependencia del grado de conservación y desarrollo de la esfera intelectual, el plan de estudio de la Educación General o el de Retraso Mental y toda la organización de la vida de la escuela responde al trabajo médico-psicopedagógico, incluyendo la atención fisioterapéutica, tratamiento logopédico, y reforzamiento de la preparación laboral.

 

·     Los alumnos que asisten a las escuelas de Trastornos del Lenguaje se caracterizan por presentar severas alteraciones en su lenguaje, y como consecuencia, limitaciones en el pensamiento, todo lo cual dificulta la asimilación de los contenidos de la enseñanza a pesar de la conservación primaria del desarrollo intelectual y de poseer una audición normal, por eso requieren de condiciones especiales en la organización del proceso docente-educativo, no solo en la dosificación de los contenidos de la educación general, sino también para garantizar la inclusión de tratamiento logopédico individual.

Este plan de estudio que toma como base a la Educación General se estructura desde Preparatorio hasta 7mo. grado, equivalente al 6to. de la primaria. Los alumnos que no logran vencer sus dificultades y reincorporarse a la Educación General, continúan estudios en estos centros de la Secundaria Básica.

 

·      Los planes de estudio que se utilizan en la educación de Sordos e Hipoacúsicos son equivalentes al 9no. grado de la Educación General, pero ajustados a la necesidad de reforzar el trabajo sobre la formación y desarrollo del lenguaje y de la percepción auditiva. El mayor tiempo se dedica al trabajo correctivo-compensatorio sobre el lenguaje, desarrollo de los procesos psíquicos y percepción auditiva.

 

·      El Retardo en el Desarrollo Psíquico es una de las especialidades de más reciente atención en nuestro país y pensamos que esto no constituye una excepción porque conocemos que en el mundo se utilizan diferentes términos para designar esta categoría diagnóstica.

El análisis de la bibliografía sobre este particular, revela que aún no existe una definición acabada del Retardo en el Desarrollo Psíquico, ni una completa comunidad de criterios entre los especialistas que estudian y trabajan con este tipo de escolar.

Por esta razón nosotros seguimos con particular atención los estudios que se vienen desarrollando y las tareas que se experimentan para profundizar en los criterios de diagnóstico, a fin de llevar a estos centros, solo a aquellos alumnos que requieran de una enseñanza especializada para que resuelvan el estado de retardo en su ritmo de desarrollo, generalmente temporal; y evitar que la cifra de alumnos se incremente por insuficiencia en el trabajo pedagógico, ausencia de atención individual y diferenciada y limitada estimulación y preparación en edades temprana y preescolar, como causas fundamentales del retardo.

Un aspecto importante en la atención que se le brinda al discapacitado es su preparación laboral, de ahí que las escuelas especiales cuenten con un conjunto de talleres docentes en diferentes especialidades u oficios, donde se preparan laboralmente los escolares, con el objetivo de que su integración a la sociedad se garantice plenamente y contribuya ello a su bienestar personal y el equilibrio emocional necesario a todo hombre que puede, con su esfuerzo sentirse competente y útil a la sociedad. Los talleres docentes se combinan con las prácticas de producción y servicios en el seno de colectividades obreras, lo que facilita la integración social y laboral de los egresados de las escuelas especiales.

 

Existe en nuestro país una legislación laboral que emite el Comité Estatal del Trabajo que asegura un % en la plantilla laboral de cada fábrica o centro laboral para la ubicación laboral de discapacitados.

 

Un análisis particular en esta valoración de la educación especial merece la preparación y calificación del personal docente y especializado para llevar a cabo estos planes de desarrollo de esta enseñanza.

 

En los primeros años del surgimiento y desarrollo de la Educación Especial, para dar una solución inmediata al problema de la preparación del personal docente se emplearon vías emergentes (cursos, seminarios) que garantizaran al menos, la preparación mínima imprescindible para enfrentar la difícil e inmensamente humana tarea que se ponía en sus manos.

 

Durante los años siguientes, se transitó por diversas modalidades para formar a los docentes; desde la apertura, en 1967 de la escuela de Defectología, que otorgaba el título de maestro Terapeuta a partir del nivel de maestro primario con dos años de duración, o de tres para los que ya laboraban en la enseñanza y se habían formado en cursos emergentes; hasta, la apertura en 1980 de la formación de maestros defectólogos de nivel superior, lo cual constituyó un importante paso de avance en el desarrollo de la educación especial.

 

Otros especialistas sobre todo en la enseñanza de Sordos y Ciegos se formaron en el extranjero, fundamentalmente, en Hungría, la antigua República Democrática Alemana y Unión Soviética.

 

La formación de licenciados por la modalidad de curso regular aplica diferentes vías de educación profesional y sus planes de estudio de cuatro años, combinan un sistema de influencias en el que se integran los componentes académicos, de ejercicio de la profesión e investigativas.

 

En la actualidad, se ha perfeccionado la formación del egresado renovando los planes y programas de estudio, en correspondencia con el criterio de preparar un profesional de perfil amplio que pueda dar atención a cualquier minusválido, profundizando en la logopedia y la oligofrenopedagogía, y se amplía la superación postgraduada para cursos de complementación, profundización y especialización.

 

Un análisis del incremento de los docentes frente al aula durante los últimos diez años refleja que se ha duplicado la cifra de       5326 en el curso 82-83 a 11209 en el 91-92

 

Al propio tiempo, se cuenta con psicólogos, logopedas, psicopedagogos en los centros de las diferentes especialidades, para garantizar que se aplique con mayor efectividad el tratamiento pedagógico colectivo, individual, psicológico y logopédico. Ello ha incrementado las cifras de personal docente especializado de 8576 a 16879.

 

Estimados colegas, no pretendo con esta apretada síntesis ofrecer a ustedes una imagen ideal de nuestro sistema educativo, como toda obra humana tiene imperfecciones y por eso en la actualidad, transitamos por una etapa que centra su atención en los aspectos siguientes:

 

Consolidar el sistema de influencias educativas que proporcionamos a los alumnos con el propósito de dar solución a los problemas de eficiencia, otorgando una mayor prioridad en la concepción de los programas de estudio, al desarrollo máximo de las potencialidades de los alumnos, a lograr una mayor utilidad práctica de los conocimiento y habilidades, un nivel cultural básico y una verdadera preparación laboral, con un enfoque más integral.

 

Estamos perfeccionando la concepción, contenido, organización y preparación del personal docente para realizar la labor correctiva-compensatoria en la clase y en las diferentes actividades que se organizan en la escuela, como elemento fundamental para obtener una evolución satisfactoria en el tratamiento a las patologías físicas o mentales que presentan los alumnos.

 

Utilizamos los logros de las Ciencias Médicas y los avances científico-técnicos del país en función de perfeccionar las técnicas y procedimientos para la detección y tratamiento de cada patología; así como profundizar en la utilidad de los equipos para la corrección en las diferentes especialidades, a fin de precisar su efectividad, metodología y norma de uso.

 

Perfeccionamos el funcionamiento de los CDO en tres direcciones principales: la elevación del nivel de profesionalidad de los especialistas, el empleo de técnicas y procedimientos que permitan un mayor grado de precisión en el diagnóstico y aplicar una metodología más científica y eficaz en la evaluación y seguimiento de los niños.

 

Se llevan a cabo investigaciones dirigidas a la caracterización psicológica, pedagógica y médica de los diferentes tipos de niños con defecto, la búsqueda de modelos de intervención para elevar la eficiencia de la enseñanza, la educación, la corrección y compensación de los defectos, el trabajo con la familia y la comunidad; lo relacionado con el trabajo preventivo y de orientación y sobre todo sobre la integración.

 

En esta dirección de las investigaciones y la promoción del intercambio de experiencias ha jugado un papel muy importante el Centro de Referencia Latinoamericano para la Educación Especial que por acuerdo de los educadores latinoamericanos en el evento Pedagogía'90 se organizó en nuestro país.

 

Durante esta etapa de trabajo del CELAEE numerosos centros de las diferentes especialidades han servido de marco a seminarios y reuniones de intercambio con diferentes países de nuestro continente, al propio tiempo que han desarrollado numerosas experiencias e investigaciones que una vez validadas nos permitirán hacerlas extensivas a otros centros del país.

 

Sabemos que actualmente se debaten en esta enseñanza numerosos problemas aún no resueltos, los métodos de enseñanza de la lectura y escritura más efectivos para los niños deficientes, las alternativas de comunicación en la educación de los sordos, la preparación laboral, las técnicas de diagnóstico, la integración de los discapacitados a la educación común, por sólo señalar algunos. El último problema relacionado, la integración, es más complejo de lo que puede suponerse. Se trata de algo nuevo.

 

Para la UNESCO, la temática de integración constituye una línea prioritaria de trabajo en su Programa de Educación Especial. Se recomienda superar la existencia de dos sistemas separados: normal y especial, sin embargo, no se postula la eliminación total e inmediata de los servicios de educación especial, se persigue una aproximación entre la educación especial y la regular, creando un nuevo modelo educativo accesible para todos los alumnos, discapacitados o no, ofreciendo una educación diferenciada en función de sus necesidades.

 

Nosotros compartimos la afirmación de la UNESCO de que: "El desarrollo de la Educación Especial no puede tener lugar aisladamente" y hemos insertado convenientemente las experiencias de avanzadas, en el contexto cultural, la idiosincracia, las tradiciones y las condiciones materiales y económicas del país.

 

A la luz de nuestro desarrollo educacional hemos logrado determinado grado de integración social y escolar y somos susceptibles a cambios que nos conduzcan a nuevos grados o formas de integración siempre que se ajusten a los objetivos sociales que rigen la educación de las nuevas generaciones y garanticen un perfeccionamiento de nuestro Sistema de Educación Especial.

 

No nos inclinamos por tendencias segregacionistas pues consideramos que los deficientes físicos y/o mentales primero son seres humanos y después discapacitados, con derechos a vivir y ser útiles a la sociedad.

 

Consideramos irrazonable difundir un modelo único de integración, generalizar variantes por acertadas que hayan resultado en un medio concreto. Lo más razonable apunta hacia una política educativa de integración flexible, adecuada a las necesidades y recursos propios del medio donde se desarrollen, ajustados a su contexto concreto.

 

Cuba es un país donde la integración en su concepción más amplia es de hecho una realidad ineludible pues todos tienen iguales derechos; discapacitados o no.

 

Por esa sociedad trabajamos y luchamos, de nada valdrá trazar metas de integración escolar si existieran niños sin escuelas, de nada valdría hablar de ventajas de integración en la escuela regular si hay niños sin derecho a salvar sus vidas.

 

Para nosotros los educadores cubanos la integración debe partir precisamente de la posibilidad que le brinde la sociedad a cada individuo de integrarse a ella con iguales derechos aunque con posibilidades diferentes.

 

La realidad histórica que hoy vivimos nos somete a extraordinarios sacrificios en todos los sentidos, pero con clara conciencia de que debemos salvar lo que hemos logrado, integrar a todos nuestros niños y jóvenes a la construcción de una sociedad más justa que permita paulatinamente alcanzar grados cualitativamente superiores en el plano de integración escolar y social.

 

Hemos aprendido a través de la experiencia histórica que no es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y que el problema de la enseñanza no puede ser bien comprendido en nuestro tiempo si no es considerado un problema económico y social.

 

La educación tiene un camino fecundo por recorrer como fuente de bienestar del ser humano, pero necesita de un requisito imprescindible. El triunfo de la justicia social.

 

Así se podrá cumplir la certera definición de Bolívar cuando dijo: "Las naciones marchan hacia el término de su grandeza, con el mismo paso con que camina la educación".

 

A nuestros educadores latinoamericanos les corresponderá un destacado lugar en la lucha por un futuro mejor.

 

Los educadores cubanos confiamos plenamente en las posibilidades creadoras del hombre y estaremos dispuestos a poner en práctica lo que sea mejor para la educación de nuestras generaciones.

 

Así no defraudaremos jamás a nuestros hermanos y cualquiera de ellos al referirse a Cuba podrá entonces decir como nuestro José Martí:

 


PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL SISTEMA NACIONAL DE EDUCACIÓN

 

·     -La masividad, la educación para todos

·     -La educación social, la participación de toda la sociedad en el proceso educativo

·     -La vinculación del estudio con el trabajo

 

Principios teóricos y metodológico que rigen el trabajo docente-educativo, correctivo y compensatorio.

·     -Valor social

·     -Valor pedagógico

·     -Valor económico

 

El trabajo pedagógico está orientado por dos principios teóricos fundamentales:

·     -El considerar que el desarrollo psíquico del niño está determinado por la apropiación de las distintas formas de experiencia social.

·     -El papel rector que desempeña la enseñanza en el desarrollo y formación integral del alumno.

·     . El papel desempeñado por la enseñanza en el desarrollo y en la formación integral y multilateral del alumno.

 

Niveles de atención a los niños discapacitados:

·     -La educación temprana y preescolar

·     -La educación escolar (primaria y media)

·     -Las aulas integradas a las escuelas primarias

·     -La educación de adultos

 

Sistema de Educación Especial

·     -La enseñanza a retardados mentales

·     -La enseñanza de sordos e hipoacúsicos

·     -La enseñanza de ciegos y débiles de visión

·     -La enseñanza de niños con trastornos de la conducta

·     -La enseñanza de niños con retardo en el desarrollo psíquico

·     -La enseñanza de niños con trastornos severos del lenguaje

·     -La enseñanza de impedidos físico-motores

·      -La enseñanza de niños estrábicos y ambliopes

 

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