LOS TRASTORNOS DE LA CONDUCTA. ALGUNAS CONSIDERACIONES CONCEPTUALES.
Lic. María Mercedes Pérez
Para abordar científicamente
la conceptualización y caracterización de los trastornos de la conducta, así
como las premisas de su surgimiento en niños y adolescentes hay que partir del
conocimiento profundo de lo concebido como características normales de la
personalidad teniendo en cuenta los fundamentos de la Psicología: de las edades
y las etapas evolutivas del desarrollo del niño y adolescente.
En este sentido, la
comprensión de los desajustes podrían valorarse más exactamente en función de
los intereses, motivaciones, aspiraciones, la posición del escolar en el medio
escolar y familiar, el grado de conciencia y responsabilidad que va
desarrollando, el cumplimiento de objetivos socialmente valiosos y la toma de
decisiones, cumplimiento de las exigencias que se demandan o exigen, el
desarrollo del autocontrol, el conocimiento de las normas, la autorregulación,
el nivel de éxitos en el aprendizaje, estabilidad emocional, nivel de
relaciones colectivas entre otras. Es decir, que hay que tener un estado
crítico real de la conducta normal en dependencia por supuesto de las
exigencias del medio.
Esto permite también lograr
un diagnóstico diferencial más acertado entre lo que puede concebirse como un
problema situacional transitorio y el trastorno de conducta en sí.
La experiencia obtenida en
el proceso de diagnóstico y en los estudios de casos que se realizan en los
Centros de Diagnóstico y Orientación demuestran que es necesario que pedagogos,
psicólogos, defectólogos y otros especialistas que se ocupan del estudio de la
conducta humana, unifiquen criterios, ya que es evidente que existen
contradicciones para hacer referencia a la entidad Trastornos de la conducta.
Esto está dado entre otras causas por el uso indiscriminado de diferentes
nomenclaturas. Georgina Bochkarieva de Rusia se refiere a escolares difíciles,
Telma Reca de Argentina a escolares inadaptados, Eberhard Mannschratz de la
ex-RDA a difíciles de educar, Grossman de Alemania a problemas de conducta y
establece diferencias con trastornos de la conducta, Gerohard Witzlack de la
RDA Trastornos de la conducta, I. A. Nivschú, N. D Belakireva y I. I. Mijailova
de Rusia a escolares difíciles, J. A.
Chiardia y M. Turner de Argentina a niños inestables.
Igualmente sucede con
algunas ciencias que se ocupan del estudio de estos trastornos en niños y
adolescentes, así como de los métodos psicopedagógicos para su corrección y/o
compensación por ejemplo, en Polonia esta ciencia se nombra Pedagogía de los
Inadaptados Sociales, en Alemania Pedagogía Especial de los trastornos de la
conducta y Pedagogía de la Ayuda Juvenil.
En el caso de Alemania es
interesante analizar que existen diferentes criterios que parten de dos
instituciones. La Sección de Pedagogía para la Rehabilitación, de la
Universidad de Humboldt de Berlín plantea la teoría de que los Trastornos de la
conducta constituyen una entidad diagnóstica en la que se encuentran escolares
con un daño cerebral como determinante, aunque este está agravado por un medio
inadecuado, de ahí se desprende que los niños diagnosticados con trastornos de
la conducta con daño cerebral asistan a las clases o escuelas de nivelación que
ha creado el Ministerio de Educación de Alemania.
Por otra parte el Instituto para
la Ayuda Juvenil se refiere a los difíciles de Educar la ciencia que se ocupa
de su estudio se nombra Pedagogía de los difíciles de Educar.
Esta sustenta el criterio de
que el factor causal determinante está dado a condiciones inadecuadas en las
que se desarrolla el escolar, es por ésto que los niños y jóvenes se remiten a
los llamados Hogares de la Ayuda Juvenil, a los que asisten niños, y
adolescentes con graves dificultades en su comportamiento cuyas causas son de
origen social.
Por mucho tiempo en Alemania
se desarrolló un serio trabajo para unificar criterios entre los especialistas
de forma tal que la educación de niños y adolescentes con trastornos de la
conducta constituya un sistema único.
El profesor Dr. Gunther
Grossman, especialista alemán, realiza una diferenciación entre el problema y
el trastorno de la conducta, partiendo del análisis de las causas que lo
originan, el nivel de profundidad de la alteración y su incidencia en la
formación de la personalidad. Este autor define el problema de conducta como:
"... el establecimiento de relaciones inadecuadas de interacción,
cooperación y comunicación social a causa de influencias psicosociales
negativas, no constituyendo una alteración severa ni estable en la formación de
la personalidad del escolar."
En la definición planteada
por este autor se observa, que el problema de conducta es visto como una
entidad, cuya característica fundamental y que la diferencia del Trastorno de
la conducta es que la misma no es severa ni estable.
Un problema de conducta
puede surgir en niños con determinadas situaciones conflictivas relacionadas
con un mal manejo educativo en un momento determinado de su vida. Si éstas
tienen una rápida solución por parte de maestros y padres puede desaparecer y,
no afectar los rendimientos académicos. Estos asumen formas diversas tales
como: retraimiento, timidez o inhibición, indisciplina reiterada, fugas de la
escuela, agresividad, inquietud, etc.
La definición de problema de
conducta debe verse en su sentido más amplio, aplicada no sólo en escolares con
intelecto normal que asisten a la Enseñanza General, Politécnica y Laboral,
sino también en niños que padecen de anomalías en su desarrollo, tales como
Retraso Mental, Sordera e Hipoacusia, Ceguera o debilidad visual, Trastornos en
el lenguaje, etc.
En los casos señalados el
problema debe verse como una deficiencia secundaria a los defectos planteados.
No todos los casos de
escolares con bajos rendimientos docentes y conducta desajustada pueden
diagnosticarse con trastornos de la conducta, sólo en el caso, que éstos
desajustes lleguen a afectar el rendimiento escolar y hacer difícil su
integración a la vida social. Refiriéndose a esta idea J. A. Neusku, N. D.
Belakireva y I. D. Mijailova, en su experiencia pedagógica plantean: "Entre
los difíciles y no difíciles no existe un abismo infranqueable. En las filas de
los segundos hay muchos que están considerados como regulares, ya que presentan
índices medianos en su conducta, son descuidados, débiles, desarmónicos y
reaccionan enfermizamente ante todas las transgresiones que se producen en su
derredor y, por tal razón resultan alumnos con potencialidad grande de
convertirse en difíciles. Este tipo de alumno en condiciones normales se
mantiene a pesar de todo, pero en presencia de una infracción pierde con gran
rapidez la seguridad de sí mismo. En caso de fracasos continuos se afectan sus
relaciones con el maestro, los padres y el colectivo del aula.
De esta manera cae en el
grupo de los difíciles. Los criterios de estos autores coinciden en que el
escolar con problemas de conducta puede llegar a presentar un trastorno, esto
en dependencia de las causas que han dado lugar al desajuste, así como la
atención que haya recibido por parte de maestros y la familia.
El Dr. Vega, psiquiatra
cubano, se acerca al criterio planteado al referirse a los Trastornos
Situacionales Transitorios en adolescentes.
Las manifestaciones trata de
agruparlas en diferentes alteraciones, entre ellas a las alteraciones de
conducta. Plantea que éstas pueden ocurrir en el hogar, en la escuela o en la
comunidad, o incluso en las tres y las manifestaciones sintomáticas las
denomina como: haraganería, robo, destructividad, crueldad, ofensas sexuales,
etc. a la vez aclara que cuando la reacción transitoria se manifiesta primariamente
como alteración de la conducta social debe ser bien especificada.
La definición
"problemas de conducta" no es utilizada por los especialistas en
nuestro país, pero como se aprecia en el análisis desarrollado, se ha tratado
de establecer una diferenciación entre aquellas conductas inadecuadas de
carácter transitorio, no internalizadas y que pueden desaparecer con un
correcto tratamiento de maestros, familiares y psicólogos de aquellas que se
caracterizan por su estabilidad y arraigo en la personalidad.
En conclusión, los problemas
de conducta se pueden caracterizar partiendo de los siguientes aspectos.
1)
Se
establecen relaciones interpersonales inadecuadas en el seno de la familia, la
comunidad o la escuela con carácter transitorio.
2)
Las
relaciones interpersonales inadecuadas en el escolar pueden ser corregidas a
través de una atención sistemática de la familia, nuestras organizaciones
políticas y de masas. No es necesaria la incorporación en una escuela especial
para escolares con trastornos de la conducta.
3)
Pueden
aparecer dificultades en el aprendizaje que deben ser corregidas por el
maestro, atendiendo de forma sistemática las particularidades individuales del
escolar.
4)
Las
manifestaciones negativas en la conducta en el escolar se arraigan o atenúan en
relación con las situaciones ambientales. Si éstas se eliminan, el escolar
puede continuar su desarrollo normal. Si ocurre lo contrario, puede aparecer un
trastorno de la conducta.
La entidad diagnóstica Trastornos de la Conducta constituye actualmente en nuestro país una de las líneas fundamentales en la investigación pedagógica y psicológica. La misma es objeto de discusión en el campo de la Defectología tanto su concepto, como las características de los escolares que lo presentan. Aunque se ha logrado esclarecer muchos problemas medulares en esta esfera, es preciso que los especialistas unifiquen criterios en cuanto a la definición de esta entidad, ya que como se ha planteado en el capítulo anterior, se utilizan muchas nomenclaturas a nivel internacional, además, existen diversos criterios que deben ser analizados con detenimiento.
Con el objetivo de dar a
conocer algunas de las concepciones sobre esta problemática, al iniciar este
capítulo, se impone el análisis de algunas de ellas.
La Dra. Telma Reca, de
Argentina al referirse a los inadaptados sociales, plantea: "Se trata del
menor que se aparta de modo señalado y persistente de las formas que dan
posibilidad de vida personal y convivencia social armoniosas y constructivas y adopta
formas reñidas o adversas a éstas". Consideramos que este criterio es
incompleto, y no se aviene a las concepciones sobre esta problemática en los
países socialistas. El concepto relacionado con la entidad, Trastornos de la
conducta debe abarcar otros aspectos tales como: los causales que provocan que
el escolar se aparte del medio social que lo rodea, así como la influencia que
ejerce la conducta desviada en su aprendizaje escolar.
Las autora tiene en cuenta
en su concepción, todo tipo de anomalías que se pueden encontrar en el escolar
no sólo las relacionadas con la conducta propiamente dicha, aunque como
señalábamos en otro capítulo en escolares Retrasados Mentales u otra
deficiencia de carácter biológico se puede presentar la desviación conductival
como factor secundario.
El especialista de Alemania
Gunther Grossman define el trastorno de la conducta como: "Afectaciones
polietiológicas de factores neurofisiológicos y sociales que influyen en el
desarrollo de la personalidad y afectan el aprendizaje"
En este concepto el autor
parte de tres aspectos fundamentales, dados en primer lugar por el análisis
integral del desarrollo de la personalidad partiendo de la norma, en segundo
lugar profundiza en las condiciones intra e interpersonales para fundamentar la
interrelación orgánica y social en el surgimiento del trastorno, y en tercer
lugar tiene en cuenta el aspecto del aprendizaje como función social
fundamental del niño en edad escolar. En el concepto se precisa la relación
biológica y social en el desarrollo de una personalidad desajustada y además
concibe la posibilidad de que también existan afectaciones neurofisiológicas
que unidas a condiciones sociales desfavorables den lugar a un trastorno de la
conducta. Las bases biológicas y sociales están dadas por las afectaciones en
las propiedades y funciones fundamentales de los procesos del Sistema Nervioso
Central y las faltas que se cometen en el proceso de influencias pedagógicas,
en la comunicación social del niño y en la familia.
La literatura especializada
de Rusia al referirse al escolar con desviaciones conductuales, lo caracteriza
como niños difíciles, concretamente G. Bochkarieva plantea el siguiente
concepto: -"niños y adolescentes que infringen sistemáticamente las normas
morales y el orden establecido en la escuela o en el albergue, no se subordinan
a los adultos y estudian mal, trayendo todo ésto como consecuencias el fracaso
escolar, el descontento de la familia, los reproches de los maestros y el
rechazo del colectivo
La dirección de Educación
Especial del Ministerio de Educación de Cuba, ha trabajado en la elaboración
del concepto Trastornos de la Conducta. Un concepto que esté en concordancia
con la realidad nuestra y con las características del niño cubano.
Un primer intento, fue la
valoración de los diferentes aspectos planteados en las concepciones de la
antigua RDA y de la antigua URSS, llegando a la siguiente definición: "La
pérdida o detrimento de la capacidad conductual de un niño, determinados por
condiciones internas y por la interacción con el ambiente, ocasionando
desviaciones en el desarrollo de la personalidad". En esta definición se precisa
la influencia básica y determinante del aspecto social en el desarrollo de la
personalidad difícil y su incidencia tanto en el aprendizaje como en las
relaciones de comunicación social con otras personas.
Se valoran los problemas en
la actuación del niño y del adolescente como consecuencia de la relación que
existe entre las condiciones internas y el medio, con una incidencia
desfavorable en el desarrollo de la personalidad. El actual perfeccionamiento
de la especialidad y los resultados de lo establecido en el Decreto Ley 64/82
ha posibilitado un reanálisis del concepto, sobre la base de aspectos
pedagógicos y psicológicos. El concepto plantea lo siguiente:
"Desviaciones que se presentan en el desarrollo de la personalidad de los
menores, cuyas manifestaciones conductuales son variadas y estables,
esencialmente en las relaciones familiares, escolares y en la comunidad. Estas
desviaciones tienen como base fundamental las influencias externas negativas
asociadas o no a condiciones internas desfavorables".
En general, son alteraciones
variadas y estables de la esfera emocional volitiva como consecuencia de la
interrelación dialéctica de factores internos y externos, originando
esencialmente dificultades en las relaciones interpersonales y en el aprendizaje.