CURSO PRE‑REUNIÓN

 

LA FORMACIÓN DEL MAESTRO

PARA LA EDUCACIÓN ESPECIAL

EN CUBA

 

Prof. Ramón López Machín

Asesor de la Dirección de Formación

y Perfeccionamiento del Personal Pedagógico

Ministerio de Educación, República de Cuba

 

RESUMEN DEL CONTENIDO DEL CURSO

 

BREVE RESEÑA HISTÓRICA

 

 


Antes de 1959, año en que triunfa la Revolución, no existió en Cuba ningún plan de formación de maestros para la educación especial, porque “no se necesitaban”, aunque existían muchos niños que requerían este tipo de educación, prácticamente no existían escuelas especiales (sólo dos con carácter oficial y algunas “escuelitas” privadas diseminadas por el país que en su conjunto atendían una  matrícula de apenas 150 niños).  Al triunfar la Revolución entre las primeras grandes tareas que se plantea el nuevo Gobierno estaba la escolarización de todos los niños, adolescentes y jóvenes.  Para lograr este objetivo se convierten cuarteles, residencias de grandes propietarios que abandonaron el país y muchos otros locales en escuelas y de inmediato surge la necesidad de formar maestros para todos los tipos de enseñanza, incluyendo la especial.  Los primeros planes de formación fueron cursos cortos o cursillos de formación emergente para solucionar el problema de la escolarización masiva.  De tal manera comienzan a recibir atención y servicios educacionales niños de la calle, abandonados, “hijos de la Patria” (expósitos) y muchos otros que se detectaban con dificultades en las escuelas generales.  En el año 1967 comienza a desarrollarse el plan de formación de “maestros terapeutas” para educar niños con retraso mental, deficiencias auditivas, visuales, con trastornos de conducta y del lenguaje.  Este plan comenzó a desarrollarse en la llamada entonces, Escuela de Defectología, con carácter nacional y paulatinamente fue extendiéndose a las escuelas formadoras de maestros primarios o escuelas pedagógicas en varias provincias del país.  Al culminar los estudios los egresados alcanzaban un nivel de formación pedagógica medio‑superior (equivalente a bachiller) en dos o tres años, en dependencia de la modalidad que se matriculara (vespertino‑nocturna o por encuentros de una frecuencia semanal).  En todos los casos se matriculaba con una formación pedagógica media de base.  Paralelamente a esta formación que se realizaba en el país, se fueron enviando al extranjero (antiguos países socialistas: URSS, RDA, Hungría) a grupos de maestros a recibir entrenamientos, cursos y otras variantes de estudio para adquirir conocimientos y experiencias acerca de la Educación Especial.  En el año 1973 se enviaron a la antigua Unión Soviética y República Democrática Alemana, los primeros grupos de jóvenes a estudiar carreras de nivel superior (universitarios) en Educación Especial.  Todo esto fue creando las condiciones para que en 1980 se abriera por primera vez en Cuba la carrera de Licenciatura en Educación Especial.

 

LA PRIMERA GENERACIÓN DE PLANES DE ESTUDIO (PLANES “A”)

 

Los primeros planes de estudio para la formación de maestros especializados (planes “A”), lógicamente pudiera decirse, tuvieron una fuerte influencia de los planes de estudio que se desarrollaban en los antiguos países socialistas, que constituían, en fin de cuentas, la experiencia directa que poseían nuestros primeros especialistas con nivel universitario en educación especial, egresados de centros universitarios de aquellos países.  Además, debe reconocerse que esos planes de estudio respondían al paradigma de educación especial predominante por aquellos años.

 

¿Cuáles eran sus particularidades esenciales?:

 

        Formación de especialistas de perfil estrecho.

 


Se formaban maestros especializados para educar alumnos con retraso mental o para tratar trastornos del lenguaje (maestros logopedas),  para educar deficientes auditivos, visuales, etcétera, según expresan algunos autores (Illán Romeu, 1995) los maestros eran clasificados como los alumnos y las escuelas.

 

        Planes cargados de asignaturas, contenidos y tiempo académico que pretendían abarcar todo lo conocido, todas las teorías existentes históricas y presentes (marcado carácter enciclopedista.)

 

        Deficiente equilibrio teórico práctico.  Predominio de lo teórico.

 

        Predominio estatal (centralizado) del plan curricular, lo que incluía hasta el tiempo asignado a cada asignatura y formas de organización de la docencia.

 

        Insuficiente equilibrio entre formación cultural general, política, clínica, psicológica y pedagógica.

 

        En cuanto a la ejecución de los planes de estudio sus deficiencias fundamentales estaban en:

 

· La excesiva repetición de contenidos.

· Falta de enfoque territorial y de actualización científica.

· Falta de vínculo con la realidad de la escuela

· Falta de integración de los componentes académicos, laboral e investigativo.  Se priorizaba lo académico y el eslabón más débil era el elemento investigativo en la formación de los futuros maestros.

· Prevalecían las conferencias como forma de organización de la docencia, donde el profesor informaba, transmitía conocimientos y experiencias y el estudiante recepcionaba de manera bastante pasiva.

· Falta de flexibilidad en la ejecución de los planes.


· Falta de integración de las estructuras del Sistema Nacional de Educación.  La formación era “problema del centro formador y los problemas de la escuela” eran responsabilidad de cada enseñanza.

· Insuficiente dirección del trabajo metodológico y docente a la solución de los problemas básicos de los estudiantes y de la carrera, al logro de objetivos y tareas básicas, a elementos priorizados.

 

Todas estas insuficiencias en los planes curriculares para la carrera se reflejaba en la formación profesional de los estudiantes, en la que se destacaba fundamentalmente:

 

La inexistencia de un diagnóstico de entrada de los estudiantes con el fin de elaborar las correspondientes estrategias pedagógicas desarrolladoras, grupales y personalizadas.

Insuficiente estimulación de la independencia cognoscitiva, del pensamiento crítico, de la búsqueda de alternativas y la creatividad.

 

Todo ello se reflejaba en una insuficiente preparación para resolver problemas profesionales prácticos y falta de una preparación integral para resolver problemas complejos de la educación de alumnos con necesidades educativas especiales.

 

La segunda generación de planes de estudios (planes “C”), ya que para el resto de las carreras constituía la tercera generación de planes de estudios.  El plan curricular vigente hasta nuestros días se comenzó a poner en práctica en el curso escolar 1990‑1991 y en esencia, trata de dar solución a las insuficiencias de los planes precedentes, los que hemos señalado en el presente resumen.  Las características esenciales de este nuevo diseño curricular son las siguientes:

 

La carrera se diseñó para cinco (5) cursos académicos.

Se parte de un diseño de modelo del profesional que se pretende formar, del cual se derivan los objetivos de los años académicos y de las disciplinas.


Tiene como propósito ofrecer una formación integral del maestro especializado en la etapa del pregrado o formación inicial que se cumplimentaría con una formación especializada, según ubicación laboral y necesidades profesionales, en la etapa de postgrado o formación permanente.

Establece períodos de práctica laboral sistemática y concentrada, el más representativo de los cuales es el denominado práctica docente, durante el quinto año de la carrera.

Se agrupan los contenidos curriculares en disciplinas buscando seleccionar los priorizados para la formación de este profesional y evitando la repetición de contenidos por las asignaturas.  Se realiza trabajo metodológico por disciplinas, años y carrera, buscando los más sólidos vínculos interdisciplinarios.

Se propicia una integración entre la formación académica, laboral e investigativa de los estudiantes desde el primero hasta el último año de la carrera.

El modelo del profesional que hemos señalado como elemento base de nuestra concepción curricular y guía de todo el trabajo de formación que se realiza en cada año académico y en la carrera en general se corresponde con el desarrollo actual y perspectivo de la Educación Especial en el país, con las exigencias sociales contemporáneas a la escuela y con las nuevas concepciones acerca de la Educación Especial.

 

Otro elemento influyente en nuestra concepción curricular actual de esta carrera pedagógica, como se observa claramente en el presente resumen, es la experiencia precedente en materia de formación del profesorado, que aunque específicamente en Educación Especial no es tan abundante, sí nos orienta en aciertos y desaciertos anteriores.

 

BREVE REFERENCIA AL CONTENIDO CURRICULAR

 

Convencionalmente, las disciplinas de nuestro plan curricular pueden agruparse en perfiles básicos en formación:

 

1.        Formación política, donde se incluyen los contenidos filosóficos y el estudio de la Historia de Cuba.

 

2.        Formación cultural general, representada básicamente por las disciplinas:


Español, que se aborda con un enfoque comunicativo y funcional, atendiendo a sus niveles (contenido y expresión) y planos (fónico, léxico, morfosintáctico).

Idioma extranjero (inglés)

Educación física

Apreciación artística (música y plástica)

Literatura infantil

Seminario Taller sobre la obra de José Martí.

 

3.        Estudio del organismo humano representado, fundamentalmente, por las disciplinas Anatomía, Fisiología y Patología Humana, que incluye los conocimientos que sobre el organismo humano debe tener un maestro especializado en la educación de alumnos con necesidades educativas especiales, con énfasis en el estudio de los sistemas nervioso, osteomuscular, respiratorio, órganos de los sentidos, aparato del habla y otras prioridades.

 

Este perfil se refuerza con temas de otras disciplinas, cursos especiales, asignaturas facultativas y actividades prácticas en escuelas especiales e instituciones de salud pública.

 

4.        Perfil psicológico que está representado por la disciplina Psicología que se extiende durante cinco (5) semestres.

 

Esta disciplina brinda conocimientos de Psicología General, Psicología Especial, Psicopatología y Psicoterapia.

 

5.        El perfil pedagógico consta fundamentalmente de las disciplinas Formación Pedagógica General y Especial, Logopedia y las Didácticas.

 


La disciplina Formación Pedagógica General y Especial incluye Historia de la Educación (fundamentalmente en Cuba, pero analizada en el contexto latinoamericano y mundial); el Maestro en la Sociedad Cubana, asignatura que prepara a los estudiantes para el trabajo con la familia, la comunidad y la sociedad en general y Educación de la Personalidad, donde se estudian aspectos de didáctica general y teoría de la educación, vinculados al trabajo correctivo‑desarrollador que se realiza con alumnos que presentan necesidades educativas especiales.

 

La disciplina Logopedia incluye el estudio diagnóstico, caracterización de los trastornos del habla y de la voz, sus mecanismos anatomofisiológicos y el tratamiento que corresponde en cada caso.

 

Están representados también en el plan curricular los contenidos correspondientes a la didáctica de las asignaturas que se enseñan en las escuelas, tanto generales como especiales:  Lengua Española, Matemática, Historia, Ciencias Naturales, Educación Laboral y Artes Plásticas.

 

En el plan curricular aparece también la disciplina metodológica de la investigación que incluye los métodos de investigación aplicados fundamentalmente a la actividad pedagógica, con nociones de métodos estadísticos, la computación y el estudio de casos.

 

Aunque hemos referido las disciplinas que conforman el plan curricular base agrupadas en perfiles o ciclos, sus contenidos rebasan estos marcos convencionales y todos corresponden a los objetivos más generales del modelo del profesional que se pretende formar y del año académico en que se encuentran ubicados.

 

Todas estas disciplinas no pueden ser analizadas sólo en el plano académico‑teórico del aula universitaria sino que se consolidan en el sistema de formación práctico‑docente y en la actividad científico‑investigativa de los estudiantes.

 

Tanto el sistema de formación práctico‑docente como la actividad científico‑investigativa propician que desde el mismo primer año de la carrera que los estudiantes se pongan en contacto con problemas profesionales, con las instituciones escolares, estudien, investiguen, propongan soluciones o participen directamente en la solución de dichos problemas.

 


Ambos componentes de la formación se amplían en tiempo y complejidad de un año a otro, en correspondencia con los conocimientos, habilidades y el grado de madurez profesional que van adquiriendo los estudiantes.

 

La apertura y desarrollo de esta carrera en nuestro país ha constituido un valioso y considerable paso de avance para el sistema de Educación Especial, de igual forma ha sido un significativo acontecimiento para el desarrollo de la investigación en el campo de la enseñanza y educación de alumnos con necesidades educativas especiales.

 

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