LUCES

 

Soy lento, pues te habrás fijado

que tardo mucho en todo lo

que me pones hacer.

 

Observo tu mirada, a veces de enojo,

pero se que eres bueno y comprendes

que soy distinto.

 

Ya vienes, ya vas,

tratando de encontrar la paciencia

pues tu trabajo es difícil porque mi problema es grande.

 

Antes mis vecinos no me hablaban

se reían de mí y no conmigo

como yo hubiera deseado.

 

Todo parecía oscuro, y en este mundo de luz,

el rayo brillante siempre parecía iluminar al sacadieces

al excelente, de mí, de mí, todos se alejaban.

 

Intentaba realizar lo imposible en un esfuerzo

que para otros causaba risa, porque hablo poco y mal,

porque no aprendo lo suficiente, me mencionan

con palabras feas e hirientes y sólo tengo a mis padres

y a mis maestros que me entusiasman por la vida.

 

Camino así, pensando que hay manos fuertes que me apoyan,

así como también otras que aunque suaves y pequeñas,

son sus dueños tan sinceros que sin querer y sin saber

lo que me ofenden y tengo que jugar con ellos.

 

¡ Oh reino celestial tan infinito ! si un gran favor puedes

cumplir en cada humano, que el mío sea,

aprender a tratar como hermano a quién sabiendo

o sin saber de lo malo me ofende... yo callo.

 

 

 

Arnoldo Ramírez de los Reyes.

 

Regresar